Pero si que parece que las Guillermo Mateo son "de tener, de coleccionar", como las "Guirles", Rabadá-Navarro o Mayayo ( En éste caso básicamente, por el recuerdo del malogrado Guillermo, fallecido al descender del AmaDablam en ese año 2007)
Ésta fue la segunda "Guillermo Mateo" de la serie que Gabriel Martín quiso dedicarle en cada una de las "Escuelas" frecuentadas. Pero, igualmente sirve a su vez como homenaje a su compañero de apertura en esta vía, Roberto Alonso, "El Rober" que también falleció al poco tiempo. Lo que nos sirve no sólo para recordar a los amigos si no para valorar la vida, disfrutarla y dejarnos de las estupideces con las que a veces nos empeñamos en amargárnosla.
Así que un buen día, por Reyes pero con calorcito, nos pareció muy buena opción, antes de que empezara el Invierno del Siglo. (Que a éstas alturas algunos ni recordarán pero otros... sí.)
La vía comienza amable y asequible, por placas un poco venteadas, Pero a mitad de vía ya se pone seria, de repente.
En algunos pasajes, hay que mirar por donde vas. Variantes de entrada y de salida en este largo. Rarillo.
Sobre todo salirse para encaramarse en lo que van a ser los muros inhumanos a continuación...
Estos duros muros superiores tienen un ambiente indescriptible... Nos falta la Presa de Cavallers... abajo.
Y menos sin el eterno clavo, nunca repuesto. Si alguno quiere ubicarlo, que lleve un clásico clavo corto de U (No de V) Y mejor aún otro par de ellos, porque la salida por la fisurita tampoco es manca.
Una aventura más, vivida con el inefable Javi Varek, tan satisfactoria como todas las que hemos disfrutado en ésta y otras paredes.
Como de ésta vía hay muchas reseñas y croquis, no merece la pena poner el clásico incunable gabilónico que en éste caso no está muy claro. Además, una nueva versión, mucho mejor, sobre fotografías de gran calidad, verá la luz con la inminente publicación de la Guía del Torozo.
¡Qué vía! Muy buena. Parece mentira que haga un año ya... Y ahí seguimos, al pie del "paredón"
ResponderEliminarSalu2!